Quiénes Somos

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La Fundación de la Sagrada Familia fue creada a raíz de la guerra civil por un grupo de personas liderado por las religiosas de la Asunción. Las carencias alimentarias y educativas de la infancia madrileña se convirtieron en el ámbito de actuación de la nueva fundación que se centró en un gran colegio en la zona de la Elipa. Un ámbito y una función nunca restringidos, pues se trataba de actuar siempre en todo lugar necesitado que sufriera carencias de atención.

 

 

Quienes somos 2

 

Pasados unos años la configuración social de España cambió radicalmente. Los índices de natalidad descendieron a mínimos con el consiguiente envejecimiento de la población. En una España urbana y con las mujeres incorporadas a la vida laboral los ancianos necesitados de asistencia se multiplicaban y los recursos existentes resultaban insuficientes.

 

 

¿Qué distinguen las residencias de la Fundación de otras similares? La intención primordial es que el residente se encuentre en un entorno lo más parecido posible a una familia de aquí el reducido número de usuarios. Su ubicación en la ciudad facilita que puedan verse con sus familiares frecuentemente y no apartarse del habitat en el que han desarrollado la mayor parte de sus vidas. Junto al personal cualificado y remunerado un buen número de voluntarios aporta ese plus de cariño y atención que hace grata la vida.

Actividades varias o simplemente la posibilidad de charlar con una persona dispuesta facilitan la conservación de la memoria y la alegría de vivir. Para las personas con inquietudes religiosas la posibilidad de fortalecer su fe pues en todos los centros hay capilla y misa los domingos. En suma saberse querido y atendido con cariño y cuidado, ilusión de todo ser humano es lo que intenta la Fundación con todas las personas que se acogen en sus centros.

¿Quiénes son nuestros residentes? Los criterios de selección se rigen por varias normas entre los que priman la falta de familia y de medios económicos. El no perseguir un afán de lucro y el hecho de contar con un gran número de voluntarios permite diseñar una política de precios que hacen asequibles nuestros centros a muchas personas incapaces de asumir los costos de las residencias privadas.